Hablando de Corales

Los corales son animales marinos perteneciente al Filo Cnidaria, cuyo nombre se deriva de la palabra cnidocitos, que son células urticantes (causan ardor, picor o dolor) típicas en estos animales y que las utilizan para atrapar a sus presas. Dentro de este filo, los corales son ubicados en la Clase Anthozoa que recoge a los cnidarios con cuerpos en forma de pólipos (forma sésil del grupo). Dependiendo de las divisiones del pólipo, estos animales pueden ser agrupados en la Subclase Octocorallia (cuerpos divididos en compartimientos de múltiplos de 8 partes como los corales blandos) o en la Subclase Hexacorallia (cuerpos divididos en compartimientos en múltiplos de 6 partes como los corales pétreos). Dentro de los hexacorallios, los corales formadores de arrecife son agrupados en el Orden Scleractinia por su capacidad de producir una estructura esqueletal alrededor del pólipo (compuesto de carbonato de calcio) conocido como el coralito, es de ahí que se deriva su nombre “coral”. Los principales formadores de arrecifes están formados por cientos de estos pólipos y sus agregados esqueletos o coralitos formando un complejo rígido conocido como colonia de coral.




Los corales son animales marinos muy rudimentarios, sus cuerpos a penas están formados por dos tejidos (epidermis y endodermis) y separados por una sustancia orgánica llamada mesoglea. Sin embargo, a pesar de la sencillez, sus tejidos se organizan para llevar a cabo todas las tareas de vida (reproducción, alimentación, crecimiento y otras). Aunque estos pueden atrapar plancton, peces e invertebrados pequeños con las células urticantes de sus tentáculos, los corales formadores de arrecifes (corales hermatípicos) adquieren gran parte de su alimentación de los productos provistos por algas unicelulares fotosintéticas denominadas zooxantela (Symbiodinium sp.) que habitan en el interior (endodermis) de los corales. Esta relación entre las zooxantelas y el coral es una mutualista y es debido a esta relación que los corales tienden a comportarse como plantas y necesitar aguas transparentes e iluminadas. Dado que las zooxantelas requieren luz para llevar a cabo la fotosíntesis, el tejido coralino tiende a ser translucido con poca coloración para permitir el paso de la luz a través de sus tejidos. Esto hace que la pigmentación característica de los corales proviene principalmente de los pigmentos fotosintéticos que produce sus zooxantelas. Por lo tanto, la perdida ocasional de estas zooxantelas, por causas ambientales o biológicas, hace que el coral pierda su coloración y se produzca la condición denominada blanqueamiento de coral (“bleaching”). De prolongarse el tiempo sin sus zooxantelas (1-2 semanas), los corales blanqueados podrían morir (total o parcial) por la ausencia del aporte energético que les preveía las zooxantelas.


Enlaces de Interés

Aquí encontrará un conjunto de enlaces que le ayudarán a expandir sus conocimientos sobre los arrecifes de coral (taxonomía, enfermedades, leyes aplicables, manual de manejo y monitoreo, etc.).

 

 

Copyright EREA. Todos los derechos reservados.
Inicio | Voluntarios | Reportar Incidente | Recursos Informativos | Calendario | Contáctanos